viernes, 26 de agosto de 2016

Pioneros.Cuentos norteamericanos del siglo XIX, VV.AA.

Sinopsis: Esta antología de cuentos estadounidenses del siglo XIX se propone reconsiderar el canon literario: junto a nombres mayores y bien conocidos (Poe, Hawthorne, James, Crane...), aparecen en estas páginas autores —sobre todo autoras— menos difundidos entre los lectores hispanos, pero de semejante valía literaria. Además de estimulantes sorpresas, en Pioneros se muestra que el relato estadounidense del siglo XIX surgió del reflejo de la plácida vida de las pequeñas ciudades y de la fascinación por Europa. En esa tesitura entre lo local y lo cosmopolita se urde una trama de ficciones convertida con el tiempo en espejo para todos los cuentistas del mundo.

viernes, 19 de agosto de 2016

El negro artificial y otros escritos, Flannery O'Connor

Sinopsis:
«La presente antología de textos de Flannery O`Connor es la primera publicada en España. Dos de los ocho cuentos y los tres ensayos se publicarán por primera vez. [...] La selección ha sido ardua aunque, por otro lado, estoy segura de que ofrecemos una antología que incluye los trabajos más significativos de la autora a lo largo de los dieciocho años que su corta vida le permitió dedicarse a la escritura, a excepción de las novelas».
(de la Introducción de Guadalupe Arbona)

«Cuando se nos invita a representar el país de acuerdo con un análisis, se nos pide separar el misterio de las formas y el juicio de la visión, para poder producir algo que esté de acuerdo con el temperamento moderno. Se nos exige que demos forma a nuestras conciencias a la luz de las estadísticas, que es como poner en el lugar de lo absoluto lo relativo. Para muchos esto sería conveniente porque vivimos en una época en la que no están fijadas las creencias, pero es imposible para una escritora católica. Sentiríamos que este servicio que se nos pide produciría una literatura pesada, informe y sentimental [...] En las mejores narraciones, el sentido moral del escritor coincide con su dramático sentido y yo no veo otra forma de hacerlo que no sea a través de un juicio moral que participe de la forma de mirar; entonces el creador es libre de usarlo. He oído decir que ser cristiano es un lastre para el escritor, pero tengo que decir que nada más lejos de la verdad. Realmente, deja libre al narrador para observar. El cristianismo no es un conjunto de reglas que fija lo que se ve en el mundo. Fundamentalmente afecta a la escritura garantizando el respeto por el misterio».
(Flannery O`Connor, «The fiction writer and his country»)

miércoles, 10 de agosto de 2016

Siete casas vacías, Samanta Schweblin

Sinopsis:
Las casas son siete, y están vacías. La narradora, según Rodrigo Fresán, es «una científica cuerda contemplando locos, o gente que está pensando seriamente en volverse loca». Y la cordura, como siempre, es superficial. Siete casas vacías empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una «normalidad» enrarecida, contemplan a los demás y se contemplan. La prosa afilada y precisa de Schweblin, su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, y la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus cuentos han hecho a este libro merecedor del IV Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero.

Mi opinión: fantástico.

viernes, 5 de agosto de 2016

Cada cual y lo extraño, Felipe Benítez Reyes

Sinopsis:
La profunda humanidad y un humor exquisito a la vez que popular son las mejores bazas de un volumen de relatos apasionante del extraordinario autor gaditano. La infancia y la determinación de proteger la propia inocencia, los carnavales y el primer amor, las separaciones y el desconcierto, un crucero delirante y noches sin dormir..., cada uno de los meses del año contiene una historia que acaba conformando un almanaque vital.

Mala letra, Sara Mesa

Sinopsis:
La autora de este libro coge mal el lápiz. Lo ha cogido mal desde niña, cuando algunos profesores se empeñaban en corregirla porque «hay que escribir como Dios manda», e, incapaz de aprender, ha seguido cogiéndolo mal hasta el día de hoy, con todas las consecuencias. Porque... ¿puede acaso salir buena letra de un lápiz torcido? Ésta es una de las cuestiones que planean sobre este conjunto de cuentos: la de la escritura indócil, libre y acelerada, la escritura que araña y rasga la memoria, que destroza los recuerdos y hace de ellos otra cosa. Las historias que aparecen en este volumen abordan temas como la culpa y la redención, la falta de libertad y esos «pequeños instantes, epifanías, revelaciones, imágenes que se abren, palabras que se desdoblan», cuando «algo se quiebra, y todo cambia». Niños que se resisten a obedecer y que viven con asombro y soledad el difícil proceso de crecer; chicas rebeldes cuya rebeldía es subterránea, rabiosa y poco aprovechable; seres atormentados –o no– por los remordimientos y las dudas; picabueyes y nutrias que representan agresión o consuelo; el desconcierto de vidas en apariencia normales que a veces encierran crímenes y otras únicamente el deseo de cometerlos. Sara Mesa ha construido un conjunto sólido y coherente de voces con su ya peculiar estilo tensado y sin artificios, que se revela aún más depurado en el manejo de las formas cortas. La finalista del Premio Herralde de Novela 2012 con Cicatriz, perturbadora novela que obtuvo un notable éxito entre los lectores y la crítica, entrega ahora su libro quizá más personal e intimista.. Este libro confirma los diagnósticos de Rafael Chirbes: «Sara Mesa levanta una literatura de alto voltaje trabajada con precisión de orfebre», y Marta Sanz: «Una escritura desnuda y fría, repleta de imágenes poderosas que desasosiegan en la misma medida que magnetizan.» «Sin duda posible, Sara Mesa es uno de los nombres del momento, y todo hace pensar que lo seguirá siendo –creciendo, acumulando, extendiéndose– en el futuro de la literatura española… Su realismo no es escueto. Sara Mesa se las ingenia –sabe hacerlo de maravilla– para crear atmósferas intrigantes, turbadoras, incluso terroríficas sin despegarse de lo reconocible, indagando, metiendo el dedo, hurgando en lances, escenarios y emociones, dando a sus personajes una profunda dimensión psicológica, inquietante a más no poder, que va mucho más allá del realismo del decorado y el paisaje, por lo demás minuciosamente descritos cuando procede… El universo de estos cuentos es un universo enfermo, doloroso, antipático, hasta podríamos decir que escabroso pero, empezando a leer, es imposible despegarse… Juego de espejos, ironía crítica, desdoblamiento, efecto de distanciamiento (para ir al grano): la escritora es la creadora y su criatura. Se hace sangre. Con una pregunta ajena, se pregunta y nos pregunta. ¿Qué opináis?, ¿os parezco tan desagradable?, ¿cómo sois vosotros? Gran libro» (Manuel Hidalgo,El Mundo).

martes, 2 de agosto de 2016

Un koala en el armario, Ginés S. Cutillas

Sinopsis:
La imagen del koala en el armario refleja con exactitud el espíritu que anima este sorprendente conjunto de microrrelatos de corte fantástico creado por Ginés S. Cutillas. Un koala es un animal que no representa amenaza alguna, tierno y algo absurdo. Lo extraño es que aparezca en un lugar tan apartado de su hábitat como es un armario, pero por alguna misteriosa razón –y ahí reside una parte del irresistible encanto de estas piezas– aceptamos con naturalidad el nuevo mundo creado por el surgimiento de dos planos aparentemente disímiles y contrarios.