viernes, 31 de diciembre de 2010

BALANCE LITERARIO 2010

Aunque ya estemos a 7 de enero de 2011, aprovecho esta tarde para hacer con calma el balance literario del año. Lo primero a destacar es que he leído menos, sí, menos que el insuperable 2008 (¡70 libros!) y que 2007 y 2009, los otros años que tengo aquí registrados. Tiene su explicación: siempre me leo una decena de libros en vacaciones y este año, dado que estuve en el extranjero, opté por hacer turismo a todas horas; tiene su lógica.

-De 43 libros leídos, puedo añadir a mis favoritos a 7 de ellos. Nada mal.

-La cuarta parte fueron manuales literarios, en concreto diez. Destacaría las nuevas poéticas sobre el cuento, de Eduardo Becerra, reunidas en el sugerente título de "El arquero inmóvil".

-He vuelto a leer a mi viejo amigo Wilkie Collins y no me ha defraudado. Qué capacidad de atrapar al lector.

-Este año la única LIJ que he leído es un libro de Jordi Sierra i Fabra, que tampoco me ha llamado especialmente la atención.

-Sin embargo, en el apartado de Fantasía he cumplido con una deuda pendiente con una de las mejores escritoras de literatura fantástica: Úrsula K. LeGuin, de la cual me he "devorado" toda la pentalogía de Terramar.

-Los otros grandes protagonistas han sido los libros de relatos. Nada menos que trece de ellos, y es difícil destacar algunos, porque he ido a por los premiados. Pero sí puedo decir que el estilo de Eudora Welty en sus relatos me ha conquistado por completo. También son muy destacables Truman Capote y Sherwood Anderson. Qué voy a decir de Carver, que no hayan dicho tantos otros antes. Del panorama literario español me han impactado Jon Bilbao, Pilar Adón y Gonzalo Calcedo. Por otra parte, la imaginación exhibida en las historias de Juan Jacinto Muñoz Rengel es muy loable.

-No han faltado dos libros de intriga de dos autores que son clásicos: Dashiell Hammett y Patricia Highsmith. En el caso de la novela de ésta última, "Extraños en un tren", lo completé con la adaptación libre de Hitchcok y puedo decir que me encantó la experiencia. Espero repetir con "El halcón maltés", de Hammett.

-De los dos libros humorísticos que he leído, la sociedad literaria de Mary Ann Shaffer ha cumplido con creces su cometido. Me encanta el humor inglés.


Libros leídos en el 2010 (43)


Clasificación por categorías (no excluyentes):

Realismo (15)

Libros de relatos (13)

Para escritores (10)

Favoritos (7)

Fantasía (7)

Intriga (6)

Otras ópticas (4)

Humor (2)

Ambientación histórica (2)

LIJ (1)

sábado, 18 de diciembre de 2010

Mil cretinos, Quim Monzó

Sinopsis contraportada:
Siempre que le preguntan, Quim Monzó explica que Mil cretinos es su libro más alegre, pero no es verdad. Hay –eso sí– humor: un humor negro que tiñe los diecinueve relatos de este libro, pero ¿alegría? Quizá confort, porque resulta alegremente reconfortante pasar cuentas con el dolor, con la vejez, con la muerte, con el amor y con el desamor, con las rencillas cotidianas, con el vacío del paisaje. En Mil cretinos Monzó observa, divirtiéndose, el apasionante equilibrio entre la dicha y la desdicha: el hervor de la tristeza bajo un cielo tan azul que resplandece de felicidad.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Alumbramiento, Andrés Neuman

En la habitación de un sanatorio, rodeado por el médico, las enfermeras y su esposa, un hombre intenta dar a luz y concebir a otro hombre. Con este insólito y estremecedor inicio arranca Alumbramiento. Su primera parte se compone de relatos que, a través de diferentes formas y estrategias narrativas, escenifican y cuestionan los roles masculinos tradicionales: el marido, el padre, el justiciero, el héroe, el luchador, el aventurero. La segunda reúne una serie de microcuentos donde el vértigo, la concentración, la intensidad y la sugerencia adoptan además otro modo de alumbramiento. En la tercera parte, el autor homenajea a algunos de sus narradores predilectos y explora humorística, irónicamente diversos aspectos del mundo literario como la edición, la traducción o las complejas relaciones lector-autor.

El peso en gramos de los colibríes, Gonzalo Calcedo


Nueve cuentos, nueve historias hilvanadas por azares sentimentales y deudas, habitadas por mujeres taciturnas, por jóvenes que son viejos y veteranos que se preparan para serlo. No importa que el viaje sea pequeño o desmedido, que tenga su inicio en la rutina diaria de acudir al trabajo, en la rutina de odiarse o en la rutina de cambiar, de interrumpir lo que se tiene, ese deseo común y subterráneo que convierte a unos y otros en una familia apócrifa. Los protagonistas vagabundean por los aledaños de sus propias historias sin querer implicarse demasiado en ellas, como si en el último momento siempre pudiesen decir basta y saltar de página. Pero intuimos que detrás de la cautelosa austeridad del vendedor de casas de El mago, de la comprometida generosidad del ama de casa acomodada de Caridad, detrás de las renuncias de los personajes de de Nimitz y El señor Apnea, detrás del eclipse personal que supone Polsky y Sara, todos han entendido algo sobre sí mismos que antes desconocían.