viernes, 29 de septiembre de 2017

El baúl de los deportes, Rubén Díez et al.

El baúl de los deportes recopila los mejores escritos del primer concurso de relatos cortos deportivos organizado en 2016 por la APDV en colaboración con la FMD y el CDO Covaresa. Literatos, periodistas y gentes del deporte formaron parte del jurado que constató el buen nivel general de los trabajos presentados, en total 120, de entre los que se han seleccionado diez para formar parte de la publicación. Además, “El baúl de los deportes” cuenta con fotografías cedidas por compañeros de la prensa gráfica de Valladolid, que complementan están gran publicación, que estará en breve disponible en las librerías vallisoletanas al precio de 7 euros. El concejal de Deportes, Alberto Bustos, felicitó a los autores de las obras, así como a los fotógrafos -Montse Álvarez, Ricardo Otazo, Pablo Requejo, Miguel Ángel Santos, y Mariano González-, por hacer realidad este proyecto literario.

Intriga y suspense. El gancho invisible, María José Codes

Intriga y suspense, las poderosas fuerzas de lo sugerido, son el gancho invisible que nos arrastra sin pausa hasta el desenlace de la novela.
¿Conseguiré atrapar al lector? ¿Lograré que pase una página tras otra con avidez? ¿que se mantenga aferrado al libro, sin remedio? ¿que se lea la novela de un tirón? ¿En qué consiste la magia que convierte una buena historia en una novela estimulante? ¿Cuáles son los mecanismos que crean expectación en el lector? ¿Por qué siente curiosidad por ciertos enigmas, desasosiego ante determinadas atmósferas, desvelo por algunos personajes? En este libro hallarás las respuestas.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Andar sin ruido, Carlos Frontera

Sinopsis:
En los buenos cuentos, como en la vida, los silencios importan y definen y lo condicionan todo: el silencio de una novia cuando abandona a su pareja; el de un objeto que está a punto de estrellarse contra el suelo y se detiene de pronto; el de una risa en la cocina que ha dejado de oírse; el de unos pies que avanzan de puntillas; el de un salón con todos los muebles pegados contra la pared; el silencio que sigue a ciertas palabras que, nunca,  nadie (ni un niño, ni un adulto) debería escuchar ni haber escuchado. Jamás. Jamás.

Con su primer libro, armado con una maestría sorprendente para manejar ese silencio y la profundidad de las historias que narra, Carlos Frontera retrata en Andar sin ruido –con un estilo incisivo y rotundo, pero al tiempo hilarante en el que hasta una onomatopeya es capaz de desencadenar la catástrofe– el vacío que queda cuando no queda nada que decir, el ruido que provoca algo que se rompe, lo que queremos incluso cuando dejamos de querernos.