Sinopsis:
El joven George Willard, reportero del periódico local, observa la vida de los habitantes de su pequeño pueblo, Winesburg, en Ohio. La mirada del narrador construye, a partir de lo cotidiano y gris, un fascinante retrato humano, pulcro y detallado, de enorme realismo poético y finísima penetración, que convierte al libro en todo un referente literario.
Mi opinión: Curiosa sensación la que me han dejado los relatos, como si el meollo comenzase justo en el momento en que el relato termina.
sábado, 27 de noviembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
La hija del optimista, Eudora Welty
Reseña de la editorial
Galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer, La hija del optimista es, sin duda, la obra maestra de Eudora Welty. En la tradición de la más brillante novela sureña —de la que forman parte William Faulkner, Truman Capote, Robert Penn Warren y Carson McCullers—, narra la historia de Laurel McKelva, una mujer de mediana edad que viaja a Nueva Orleans para hacerse cargo de su padre, un juez retirado que ha de someterse a una operación quirúrgica. El juez no logra recuperarse, y muere lentamente. Será entonces cuando Laurel emprenda un largo viaje de regreso a su hogar familiar en Mount Salus, Mississippi, llevando consigo el cuerpo de su padre, y siempre vigilada por la segunda esposa de éste, Fay, una mujer orgullosa y más joven que Laurel. En la enorme casa, rodeada de sus antiguos conocidos y de las paredes que la vieron crecer, Laurel ha de enfrentarse a los fantasmas de su juventud y a las deudas del pasado.
Mi opinión: me encantaron los relatos de Eudora Welty y por eso me lancé a por la novela. Prefiero con mucho los relatos, porque el sabor crítico del libro y las técnicas de la novela no muestran lo que me encandió de Welty.
Galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer, La hija del optimista es, sin duda, la obra maestra de Eudora Welty. En la tradición de la más brillante novela sureña —de la que forman parte William Faulkner, Truman Capote, Robert Penn Warren y Carson McCullers—, narra la historia de Laurel McKelva, una mujer de mediana edad que viaja a Nueva Orleans para hacerse cargo de su padre, un juez retirado que ha de someterse a una operación quirúrgica. El juez no logra recuperarse, y muere lentamente. Será entonces cuando Laurel emprenda un largo viaje de regreso a su hogar familiar en Mount Salus, Mississippi, llevando consigo el cuerpo de su padre, y siempre vigilada por la segunda esposa de éste, Fay, una mujer orgullosa y más joven que Laurel. En la enorme casa, rodeada de sus antiguos conocidos y de las paredes que la vieron crecer, Laurel ha de enfrentarse a los fantasmas de su juventud y a las deudas del pasado.
Mi opinión: me encantaron los relatos de Eudora Welty y por eso me lancé a por la novela. Prefiero con mucho los relatos, porque el sabor crítico del libro y las técnicas de la novela no muestran lo que me encandió de Welty.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Mirar al agua, Javier Sáez de Ibarra
Hay un nexo en común en Mirar al agua: la intención de que todos sus relatos, los dieciséis, tengan que ver de una forma u otra con el arte, y en muchas ocasiones el contemporáneo, más exactamente. Así, no sólo cuenta una historia sino que propone un discurso que plantea dudas intelectuales acerca de la creación, del arte y de la propia construcción del texto.
Eso que tienes ante los ojos. ¿Quién lo ha puesto? ¿Y para qué lo han puesto? Esa forma de mirar tuya: despreocupada, por encima, ávida o curiosa, ¿quién te la ha enseñado? Nuestros ojos son nuestra primera costumbre. Los túneles por donde entran.
Ha dicho Miguel Cereceda: “Uno no puede ver que no puede ver lo que no puede ver”. Pero ¿podemos acceder a otra forma de mirar? ¿Existe la manera de que encontremos algo diferente, verdadero, genuino, liberador? Las artes y la literatura nos brindan, acaso, vías de conocimiento. Estos relatos quieren ser lámparas, antes que espejos que sólo repiten lo que ya nos cuentan. Buscan ser luces que limpien nuestros ojos. Despertares.
Eso que tienes ante los ojos. ¿Quién lo ha puesto? ¿Y para qué lo han puesto? Esa forma de mirar tuya: despreocupada, por encima, ávida o curiosa, ¿quién te la ha enseñado? Nuestros ojos son nuestra primera costumbre. Los túneles por donde entran.
Ha dicho Miguel Cereceda: “Uno no puede ver que no puede ver lo que no puede ver”. Pero ¿podemos acceder a otra forma de mirar? ¿Existe la manera de que encontremos algo diferente, verdadero, genuino, liberador? Las artes y la literatura nos brindan, acaso, vías de conocimiento. Estos relatos quieren ser lámparas, antes que espejos que sólo repiten lo que ya nos cuentan. Buscan ser luces que limpien nuestros ojos. Despertares.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Antología, Raymond Carver
Raymond Carver (1939-1988) falleció en el momento en que comenzaba a alcanzar el reconocimiento como escritor, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Tiene publicados varios libros de poemas y cuatro libros de relatos, género del que se le considera un auténtico maestro (y a la vez, destacado discípulo de uno de los autores que él mismo más admiró, Anton Chejov).
En esta antología figuran los siguientes relatos:
De "¿QUIERES HACER EL FAVOR DE CALLARTE, POR FAVOR? (1963/76): Vecinos /No son tu marido / El padre / Nadie decía nada / Póngase usted en mi lugar.
De "DE QUÉ HABLAMOS CUÁNDO HABLAMOS DE AMOR", 1974/81: Belvedere / Mecánica popular.
De "CATEDRAL", 1981/83: Plumas / La casa de Chef / Desde donde llamo / El tren / Fiebre / Catedral.
De "TRES ROSAS AMARILLAS", 1988: Intimidad / El elefante / Tres rosas amarillas.
De "SI ME NECESITAS, LLÁMAME", 1979/88: Si me necesitas, llámame / ¿Qué queréis ver? / Sueños.
Mi opinión: mis favoritos, dentro de que los hay muy buenos, está "Plumas" y "Si me necesitas, llámame". Hay leitmotivs casi constantes: el alcoholismo, el divorcio, las rupturas matrimoniales y los intentos de reconciliación. Por otra parte, me ha llamado la atención comprobar que Caballos en la niebla (del libro "Tres rosas amarillas") tiene su precedente en "Si me necesitas, llámame", al igual que la mujer que cuenta lo que sueña en "Sueños" aparece también en otro relato de "Tres rosas amarillas". En conjunto, los relatos de "Catedral" me parecen los mejores.
En esta antología figuran los siguientes relatos:
De "¿QUIERES HACER EL FAVOR DE CALLARTE, POR FAVOR? (1963/76): Vecinos /No son tu marido / El padre / Nadie decía nada / Póngase usted en mi lugar.
De "DE QUÉ HABLAMOS CUÁNDO HABLAMOS DE AMOR", 1974/81: Belvedere / Mecánica popular.
De "CATEDRAL", 1981/83: Plumas / La casa de Chef / Desde donde llamo / El tren / Fiebre / Catedral.
De "TRES ROSAS AMARILLAS", 1988: Intimidad / El elefante / Tres rosas amarillas.
De "SI ME NECESITAS, LLÁMAME", 1979/88: Si me necesitas, llámame / ¿Qué queréis ver? / Sueños.
Mi opinión: mis favoritos, dentro de que los hay muy buenos, está "Plumas" y "Si me necesitas, llámame". Hay leitmotivs casi constantes: el alcoholismo, el divorcio, las rupturas matrimoniales y los intentos de reconciliación. Por otra parte, me ha llamado la atención comprobar que Caballos en la niebla (del libro "Tres rosas amarillas") tiene su precedente en "Si me necesitas, llámame", al igual que la mujer que cuenta lo que sueña en "Sueños" aparece también en otro relato de "Tres rosas amarillas". En conjunto, los relatos de "Catedral" me parecen los mejores.
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