Anna Karénina, que Tolstói empezó a escribir en 1873 y no vería publicada en forma de libro hasta 1878, es una exhaustiva disquisición sobre la institución familiar y como dice Víctor Gallego (autor de esta nueva traducción), «una fábula sobre la búsqueda de la felicidad». La idea de que la felicidad no consiste en la satisfacción de los deseos preside la detallada descripción de una galería espléndida de personajes que conocen la incertidumbre y la decepción, el vértigo y el tedio, los mayores placeres y las más tristes miserias.
Mi opinión: fantástica novela, no puedo decir otra cosa. Una galería de personajes increíbles, profundos, llenos de matices: Anna Arkadievna y su hermano Esteban Arkadievich; Alexey Alejandrovich y Daría Alejandrovna, los respectivos cónyuges; Constantin Dimitri Levin, el pretendiente humillado por Vronsky. Un retrato de una época y, sobre todo, un reflejo fidedigno de las pasiones humanas, que hacen a esta novela intemporal.