
El joven Arren, príncipe de Enlad, heredero del trono de Morred, llega a la isla de Roke con malas noticias. No sólo no hay magia en el mundo: una inquieta desazón se ha extendido por los Confines. La gente no encuentra sentido a la vida. Los artesanos y el comercio están arruinándose, las leyes declinan, la esclavitud aumenta. Algo perturba el Equilibrio del mundo.
Decidido a descubrir el mal que está causando el desequilibrio y amenazando a Terramar, Ged el Archimago se hace a la mar acompañado por el joven Arren y llega eventualmente a «la costa más lejana», la isla de Selidor, donde alguien ha abierto la puerta que lleva de la vida a la muerte. Sólo atravesando el reino de los muertos -descubre Arren-, escalando las Montañas del Dolor, encontrará el Equilibrio, ayudará a restaurarlo, y será capaz de gobernar las vidas de otros hombres.
Mi opinión: aunque reconozco que ni el 2º ni el 3º me han fascinado tanto como el primero de la serie, Un mago de Terramar, éste vuelve a tomar como protagonista a Ged y eso me ha encantado, por la riqueza psicológica de este personaje, que recuerda sus errores de niño y afronta su tarea de hombre y Archimago con una nueva sabiduría y madurez.