jueves, 14 de octubre de 2010

El menor espectáculo del mundo, Félix J. Palma

Damas y caballeros, bienvenidos al menor espectáculo del mundo! Aguanten la respiración y sean testigos de los prodigios más sorprendentes: conozcan al increíble hombre que se comunica con un fantasma escribiendo mensajes en la puerta del servicio de un bar, a la extraordinaria gata enamorada de su vecino, al vendedor de enciclopedias que acaba suplantando al hijo de una de sus clientes, a la fabulosa niña que recibe cartas de su muñeca perdida, al asombroso hombre que se desdobla con cada decisión que toma, y toda una troupé de criaturas maravillosas que harán las delicias de toda la familia. Solo un autor tan fantástico como Félix J. Palma podría realizar un triple salto mortal para encontrar el lado más absurdo de nuestra existencia, y conducirnos, con una escritura imaginativa, sembrada de hallazgos e imágenes inolvidables, hacia ese territorio mágico donde conviven la poesía y el delirio, la melancolía y el humor. Pasen y lean, señoras y señores, estas nueve historias sobre el tema más universal de la literatura, el amor, el menor espectáculo del mundo, porque solo puede ser visto por dos espectadores al mismo tiempo. ¿No oyen el redoble de tambores?

Mi opinión: Félix J. Palma tiene, a mi parecer, una buena mano para los relatos fantásticos y la virtud de contar bien una historia. Menos me gusta su afición a los adjetivos, aunque regala imágenes muy logradas y redescubre verbos-metáfora, hasta el punto de repetirlos en un mismo libro de relatos (arrumbar, desovar). No todos los textos me convencen: eliminaría sin dudarlo "Las 7 vidas (o así) de Sebastián Mignorance" y, en cambio, aplaudo "Margabarismos" y la original idea que sustenta "Bibelot". El resto no pasarán a los anales de mis preferidos pero de un autor como Palma siempre se aprende.

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