Sinopsis: Cuando Alfred es nombrado embajador en París, su mujer, Fanny, se
convertirá en la encargada de manejar los asuntos cotidianos de la
embajada.
De repente se verá alternando con la aristocracia y lo más granado de la
sociedad parisina, dando cócteles y cenas, y contemplando asombrada
como cada nimio detalle de su vida es aireado en los periódicos. Por si
fuera poco, tendrá que mediar en los asuntos sentimentales de sus amigos
y encauzar a sus indómitos hijos, cuyos modernos estilos de vida -uno
es teddy boy y otro hippie- no termina de comprender. Además, parece que
una crisis diplomática está a punto de estallar, dejando claro que la
vida en una embajada es todo menos aburrida.
Mi opinión: una muestra perfecta del humor inglés, en el marco de una embajada localizada en la capital parisina. Tiene momentos realmente ocurrentes y personajes tan esperténticos como adorables, pero el estilo absurdo que predomina en la novela puede llegar a agotar.