Jerome K. Jerome y su familia han decidido por unanimidad que quieren ser mejores personas y que para eso necesitan vivir en el campo, cerca de la naturaleza. Y como el propio Jerome ya ha visto como algunos de sus amigos languidecían miserablemente y perdían todo rastro de alegría construyéndose casas nuevas, hay que comprar una y reformarla. Esta novela transcurre durante ese breve espacio de tiempo de obras, vacas e incomodidades. Jerome y sus tres hijos (Dick, un universitario poco inclinado a estudiar, Robina, una muchacha inteligente, habladora e intensamente convencida de cualquier cosa durante tres o cuatro horas cada día, y Verónica, la pequeña, que sabe lo que quiere y está dispuesta a delinquir para conseguirlo), toman contacto con el mundo rural y lo hacen de un modo cómico y filosófico a la vez. Pero mucho más cómico.
Mi opinión: absolutamente delicioso.
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