Contraportada:
Quién no ha sentido alguna vez, filtrándose entre los resquicios de la coraza que creamos a nuestro alrededor, un ligero estremecimiento ante nada en concreto, algo así como un frío de vivir. Con esta premisa, los quince relatos que integran el primer libro de Carlos Castán componen una profunda exploración de la esencia íntima del ser y sus contradicciones. Historias de gente corriente que se siente resbalar por la pendiente de la incertidumbre, la frustración, la pérdida o la culpa, como si se tratara de una pesadilla.Unidos por una clara voluntad de estilo –la mayoría de ellos están articulados en forma de monólogo interior– los relatos de este volumen consiguen reflejar la complejidad de unos seres siempre atrapados entre la realidad y el deseo irrealizado, personajes que habitan un territorio donde lo fantástico puede irrumpir en cualquier momento desde los rincones de la cotidianidad. Nadie que haya leído a Carlos Castán hasta la fecha ha dejado de advertir la hondura y consistencia de su prosa, lo que lo convierte sin duda en una de las voces jóvenes más relevantes en el panorama de la nueva narrativa española.
Mi opinión: este libro se escribió diez años antes que "Sólo de lo perdido" y la evolución es significativa. Aquí todavía encontramos cuentos (aunque me parezcan traídos de los pelos los finales de la mayoría) y se atisba en algunos de ellos lo que luego será el sello de Castán, esa increíble prosa metafórica. De todas formas, como era esto último lo que buscaba, este libro sí que me ha dejado fría. Sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario