Mallorquí tiene la llamativa habilidad de construir entre sus personajes la figura de verdaderos malvados. Más allá de las similitudes que podemos encontrar entre ellos (son poderosos, inteligentes, cultos y refinados) prevalece el magnetismo que éstas figuras emanan. Lo valioso, además de la lograda construcción de tales figuras, es la tensión moral que caracterizan a estos villanos y el cuestionamiento psicológico o la ambigüedad ética que producen en el chico protagonista de la historia. Al joven lector, que seguramente será atrapado por el ritmo de la novela, le suscitarán muchas preguntas la relación entre uno y otro.
Lectura apasionante que nos lleva a sumergirnos en un Madrid marcado por los contrastes y que cabalga entre el sigo XVIII y el XIX, es curioso cómo las referencias literarias y aquellos recursos que los teóricos suelen denominar como metaficcionales hacen que la misma novela sea un híbrido entre el realismo, la novelas de ladrón de guante blanco y la narración cinematográfica. Cabe destacar además el pertinente epílogo que incluye, además de una ameno escrito autobiográfico, una entrevista donde el autor da cuenta de su oficio.
Mi opinión: éste ha sido el primer libro que leía de Mallorquí y no me ha decepcionado. Duro pero no exento de ternura compasiva, imaginativo, bien recreado y bien escrito. El misterio Dax se resuelve bastante fácilmente, pero la intriga está bien sembrada. Me gustó mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario