
El volumen se completa con seis retratos de "Mujeres fugitivas", que vivieron y murieron por encima de sus posibilidades, con tanta intensidad como humor. Y lo corona "Artistas perfectos", el contrapunto de las anteriores semblanzas: sus imágenes detenidas prescinden de anécdotas y caracteres para subrayar, en frases como relámpagos, la expresividad de los rostros, ademanes y gestos, espontáneos o artificiales, de los artistas que sólo en la posteridad alcanzan la perfección.
Con un extraordinario material gráfico -retratos pertenecientes en su mayoría a la colección del autor-, Vidas escritas se ha convertido en la más divertida, melancólica y fascinante invitación a leer.
Mi opinión: curiosa incursión en la vida de célebres escritores. Para amantes de la literatura.
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