En 1992 aparece un texto imprescindible para la biblioteca del promotor de lectura: Como una novela, obra esclarecedora escrita por Daniel Pennac, quien, dentro de los derechos del lector, promueve, entre otros, el derecho a no leer.En este ensayo–novela Pennac cuestiona las razones que, categóricamente afirmamos, son las causas del disgusto por la lectura: cómo queremos que los niños y jóvenes lean si se enfrentan con las ofertas televisivas, si están sumergidos en una sociedad de consumo, si hay una invasión cibernética, si están frente a los juegos hipnóticos y si, en la escuela, las enseñanzas de la lectura son aberrantes, si se trabaja con el anacronismo de los programas escolares, la incompetencia de los docentes, la carencia de bibliotecas, el presupuesto de cultura y la parte infinitesimal reservada al libro. ¿Cómo quieren ustedes en estas condiciones que mi hijo, que nuestros muchachos, que la juventud, lean?Las irónicas provocaciones de esta obra retoman el proceso lector como una tregua al combate entre los hombres y, además, renombran las virtudes vociferadas en torno al placer de la lectura.
Mi opinión: maravillosa y apasionada defensa del placer de la lectura, que tantas restricciones externas (e internas) nos pueden robar.
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